La gestión pública es un desafío que no se puede tomar a la ligera. Asumir una responsabilidad en el servicio público implica tener la conciencia de que cada acción repercute en la vida cotidiana de los ciudadanos. Es decir, que buenas decisiones resultan, necesariamente, en el mejoramiento de las condiciones de vida. Hoy, que se acerca el final de la administración 2016- 2020, podemos decir, con orgullo estridente (como el lema de los 25 años de Rock al Parque) y no sin cierta nostalgia, que Bogotá es una ciudad que vive las artes y la cultura de una manera más intensa y que los bogotanos cuentan hoy con espacios que permiten ese disfrute en igualdad de condiciones para todos.
No han sido pocos los desafíos a los que nos hemos enfrentado. Los hemos sorteado gracias al inmenso talento de los funcionarios del Idartes y de las diferentes entidades de la Administración del alcalde Enrique Peñalosa, que hacen posible que cada evento, actividad, festival y obra que entregamos cumplan con las expectativas de una ciudad vibrante, que todos los días –y cada vez más– es un referente para las artes y la cultura en América Latina.
De hecho, esa fue la pauta que nos marcó el Plan de Desarrollo “Bogotá Mejor para Todos 2016-2020“:
