
Materialidades conjuntas: otros mundos posibles al habitar con el micelio
Habita bajo el suelo de los bosques e incluso de la ciudad; es una fina red parecida a una malla ramificada de algodón que se teje con la tierra: el micelio es la parte más extensa del cuerpo del hongo y puede llegar a cubrir kilómetros de subsuelo. Los seres humanos están acostumbrados a ver los frutos del hongo, las setas, que han aprendido a utilizar para diversos propósitos; pero, el micelio, su parte invisible, es un universo del que todavía se desconoce bastante. Esta red, que puede considerarse como el sistema neuronal-sensorial del mundo natural, no solo se encarga de dar alimento a los hongos, sino que también libera nutrientes que enriquecen el suelo para que plantas e insectos coman y proliferen.

Ilustraciones de Esporas, hifas, micelio y cuerpo fructífero del hongo Coprinus comatus, Habitar el micelio 2023.
La exploración de nuevas materialidades en colaboración con el micelio y el buscar expandir las formas de comunicación entre especies —reconociendo otras sensibilidades— son los temas centrales del laboratorio Materialidades Conjuntas, proyecto ganador de la Beca Plataforma Bogotá en Arte, Ciencia y Tecnología de Idartes en 2024. Propuesto por el colectivo Habitar el micelio, un grupo interdisciplinar compuesto por la artista visual Isabela Izquierdo; la bióloga y ecóloga Natalia Cossio; y el arquitecto, diseñador y docente Carlos Acosta, el laboratorio propone un espacio que cuestione las relaciones antropocéntricas que hemos venido construyendo entorno a los ecosistemas, y además sirva para reflexionar, a través del pensamiento sistémico, alrededor de cada una de nuestras acciones en la compleja estructura la naturaleza.
Para delimitar estas exploraciones, Habitar el Micelio tomó como base la idea de biomaterial natural, un concepto en boga que consiste en la implementación de materiales biodegradables que se suele relacionar con “proyectos de sostenibilidad”. El eje central del laboratorio busca aproximarse al micelio, entender sus procesos naturales y adaptarlo como un material único que permita construir “Instalaciones-materialidades-vivas” que se ensamblarán en un módulo a escala.
Para el colectivo, sin embargo, entender los hongos como un biomaterial más es caer de nuevo en una lógica utilitaria. “La idea del biomaterial es pensar en cultivarlo, no en extraerlo”, mencionan. Con esa premisa del cuidado, la metodología de Materialidades Conjuntas difiere de otros espacios en los que se aborda una visión sistemática, pero en los cuales no se plantea un vínculo. Desde esa perspectiva, por medio del juego y una relación íntima con los hongos, lo principal es buscar crear en colectivo —entre humanos y más que humanos— aproximaciones instalativas, materiales y expresiones para reflexionar sobre cómo habitamos el mundo, quiénes nos habitan y de qué manera cuidamos estas interacciones.
Casa de micelio de orellana (Pleurotus ostreatus) con primordios1 emergiendo. 2022. Foto por Habitar el Micelio.
“Los hongos son de los organismos que tienen mayor éxito evolutivo, porque han aprendido a colaborar y coexistir con el resto de la vida. Lo que nos motiva a trabajar con los hongos es que nos enseñan a colaborar, y hacer biomateriales es una forma de colaborar con ellos”, menciona Isabel Izquierdo, miembro del colectivo Habitar el Micelio. “Este laboratorio no está enfocado a hacer piezas útiles como una mesa o una lámpara, porque al final el problema no es el material sino los procesos. La idea es tener un pensamiento más holístico y entretejido, desde una postura de yo doy y yo recibo”, concluye.
Por su parte, Natalia Cossio asegura, al referirse a las creaciones que se realizarán en el laboratorio, que “es muy difícil hablar de hongos en el contexto de la creación (artística), porque ya estamos acostumbrados a relacionar los hongos con el alimento, con las medicinas o con los psicodélicos. El objetivo es ir más allá, es cambiarlos de esos lugares y verlos desde su diversidad, comprenderla y dejarnos cautivar por ella”.

Taller de creación de biomateriales con micelio de orellana, en el marco del proyecto Alma de café, cuerpo de Hongo, Habitar el micelio 2022. Foto por Alejandro Lozano
Estas reflexiones emergerán en las sesiones de Materialidades Conjuntas, que se llevarán a cabo del 2 de agosto al 20 de septiembre de 2025, propuestas en módulos que plantean tres momentos de interacción diferente:
- Conocer, la etapa de la exploración y el re-descubrimiento. Durante este módulo del laboratorio se hará un primer acercamiento desde el conocimiento teórico a los hongos, el micelio y sus formas de vida con el fin de reconocer sus particularidades, pero también aquellas características que lo asemejan a los humanos. Se plantearán tres ejes de reflexión: ¿Qué es un micelio? ¿Cómo nos parecemos a este organismo? ¿Cómo se alimenta y vive un hongo? Y la aproximación a su respuesta será, como especifica Natalia Cossio, un ejercicio “más teórico, pues para conocer el organismo no vamos a tener únicamente un enfoque biológico o taxonómico, sino más ecológico e, incluso, ontológico”.
Sensibilización y cuidado, la etapa del cultivo y de la creación colectiva. A través de una interacción directa con los hongos, sus esporas y los sustratos, se inoculará y cultivará un hongo teniendo en cuenta todas las condiciones necesarias para su proliferación. Es un momento de contacto directo en el que, además, se va a alimentar y crear un hogar para el hongo. Esta etapa cuenta con una sesión en un laboratorio o un espacio adaptado para la manipulación del hongo y su inoculación, así como una serie de charlas abiertas con importantes referentes del trabajo con biomateriales en Latinoamérica como Edith Medina y Jared Martínez, y una visita al laboratorio dedicado a la transformación de materiales y residuos plásticos Kuiica, ubicado en el centro de Bogotá.
Las charlas, que serán abiertas al público, tienen el propósito de promover un pensamiento crítico alrededor del uso de los biomateriales y cuáles son las maneras en que diferentes personas se han relacionado con estos seres y materiales vivos.
- Escucha, intercambio y visibilización, la etapa de socialización y resonancia. Este módulo inicia cuando los participantes se llevan el hongo que inocularon en el laboratorio a sus casas. A la vez que entablan una relación de cuidado con el hongo para la creación de su biomaterial, estarán diseñando e ideando una instalación colectiva, a través de un software de modelado 3D y un plugin de modelado procedural, los cuales permitirán una aproximación al diseño generativo, permitiendo explorar nuevas posibilidades formales, más allá que los patrones y formas geométricas convencionales. Finalmente, el módulo cierra con un espacio de presentación en el que los participantes socializan sus procesos con la instalación colectiva y sus exploraciones personales con el hongo que estuvieron cultivando.
Colectivo Habitar el Micelio. Archivo Idartes
Además, el laboratorio contempla una socialización de resultados que tendrá lugar en el Planetario de Bogotá. La muestra estará acompañada de una charla en la que los participantes hablarán de sus procesos en el laboratorio e invitados expertos que reflexionarán sobre la idea de descentralizar la mirada antropocéntrica sobre la naturaleza e imaginar otras formas de relación y mundos posibles al habitar el micelio.
Materialidades conjuntas tiene sus inscripciones abiertas hasta el 21 de julio de 2025. La inscripción podrá realizarse a través del portal de invitaciones culturales en el siguiente enlace.