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Las artes en la educación y educar a través de las artes

César López, uno de los músicos más activos en procesos de transformación social en Colombia, nos comparte algunas ideas.
Música
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“Las canciones son dispositivos culturales muy potentes.” César López. 

Además de la célebre Escopetarra, que hizo con el fin de generar conciencia acerca del valor de la música y las artes en la transformación social de comunidades golpeadas por el conflicto, César ha trabajado con la fundación 24-0. Esta busca disminuir las muertes violentas en Colombia con iniciativas integradoras de paz como el Banco Nacional de Instrumentos Musicales, que consiste en recolectar instrumentos que no se usan y entregarlos en comunidades. 

Por esta y otras iniciativas, López ganó el premio Peace Award 2017 de la Schwelle Foundation, y de forma reciente le compartió a El Volante algunas palabras:

“Tal vez hemos hecho un ejercicio erróneo al extraer el arte. Lo hacemos para poder debatir y analizar. Pero en la comunidad todo hace parte de, no es que esto es arte, esto es cultura y esto otro economía, es un entramado más complejo, todo aparece junto. Pasa un poco en las ciencias sociales, extraemos el tema como sujeto de estudio y luego es más complejo volver a pensarlo adentro. He querido volver a pensarlo como en las comunidades, donde todo está junto. Pensar cómo las artes hacen parte de, un ejercicio que no es evidente. Lo que yo he logrado leer es que hay un tema emocional cruzado con la educación. Es ahí donde nuestro oficio hace mejor su tarea, en el tema de las emociones. Pero se subvalora, y eso pasa porque se entendió desde el principio así”. 

“En un proceso educativo donde las artes son vocacionales, donde lo que vale es la cifra, el nombre del río, la capital del país, los niños y niñas nunca aprenden a tramitar diferencias, a estimular la empatía. Es difícil pedirles que prioricen las artes, la cultura, porque entendimos que eso va a transformar la manera en que nos comportamos y nos relacionamos. Ahí hay un debate interesante, una tensión que yo descubro como prioritaria. La Secretaría de Educación se propone hacer unos pilotos en colegios públicos a tres años, donde van a priorizar el enfoque socio emocional y socio afectivo, y van a trabajar en cómo se comunican los niños y las niñas, más que a seguir apuntándole a que se sepan todos los nombres de todos los ríos y todas las capitales. Me parece que eso requiere el arte adentro como vehículo para transportar ese aprendizaje, y que esos niños y niñas sean más empáticos, compasivos, solidarios, tengan la capacidad de pensar mejor y de tomar decisiones que indiscutiblemente apuntan a una comunidad en términos de no violencia. Siento que además es de una complejidad muy profunda porque supone una transformación muy honda, pero al final es una cosa muy evidente. Si nosotros creemos en el ser humano como un ser emocional que necesita transformar sus machismos, sus deseos de consumo, que se plantea una relación distinta con el planeta, no en el centro, no por encima ni por fuera, sino en paridad con otras especies, estamos hablando de la incorporación definitiva de la artes como herramienta transversal”.

“Hace un tiempo participé en una experiencia en Brasil. Nike acaba de lanzar una nueva referencia, el eslogan de la campaña decía ‘No sirve ser el segundo’. Afro Red, que trabaja en las favelas, detectó que se habían incrementado los homicidios a raíz de la campaña. Claro, los pelaos desesperados por tener esos tenis, y a matar gente, porque no querían ser segundos, y eso tiene una explicación profunda histórica porque a ciertas comunidades las dejamos no de segundas, sino de últimas. Entonces convocan a la gente a que haga un acto simbólico, a que lleve sus tenis Nike, hacen una montaña y le prenden candela. La compañía los busca un par de días después y retiran la campaña. J Balvin dice en la canción “Vivo rápido y no tengo cura y de joven pa’ la sepultura”. Esa frase puede que no tenga mucha relevancia pa’mucha gente pero, por ejemplo en la Comuna 13, donde el pelao quiere es precisamente vivir rápido y morir joven, porque es heroico, sí la tiene: una frase en un dispositivo cultural tan potente como es una canción famosa, refuerza unos imaginarios que siento muy desatinados y peligrosos. Sin embargo, celebro un montón que al menos se estén dando estas conversaciones, dar esos debates y agitar el avispero me parece muy necesario”. 

A mediados de agosto, César López sacó una nueva canción, “Hasta que amemos la vida'”. Conózcala aquí.

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