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Pulsaciones: el sector musical bogotano en discusión

Consumo y procesos de asociación fueron los temas centrales del proyecto en 2021.
Tarima del Festival Idartes 10
Contenido

Pulsaciones es un proyecto de la Gerencia de Música del Instituto Distrital de las Artes - Idartes creado para escuchar a los agentes del sector musical y obtener información sobre sus experiencias. Por tanto, tiene un enfoque participativo y promueve el relacionamiento. El objetivo es que las voces de los agentes reunidos sean escuchadas y así puedan llegar a tener incidencia en el planteamiento y desarrollo de las políticas públicas para el sector musical que desarrolla anualmente la Gerencia.

Con este proyecto se da respuesta a las orientaciones del Plan Estratégico Sectorial Bogotá Ciudad de la Música. Allí hay dos núcleos de acción que son: Agentes musicales fortalecidos, creativos y organizados y La música como catalizadora de economía cultural y creativa. Así es que, desde 2014, el proyecto Pulsaciones ha convocado agentes diversos para discutir sobre sus necesidades y promover la organización del sector en cuanto conformación gremial, asociativa y de trabajo colaborativo.

En 2021, la Gerencia de Música continuó con este ejercicio. Se realizaron siete reuniones, cada una con un número de cuatro o cinco agentes del sector musical, tratando de ver allí representada su diversidad en cuanto a orientaciones estéticas y funciones dentro de la cadena de valor de la música. Algunos de esos grupos incluyeron también instituciones públicas, donde Idartes participó para explorar las posibilidades de relacionamiento con otras instituciones del orden distrital y nacional y atender así temáticas que están por fuera de su injerencia directa, pero que afectan el desarrollo del sector (POT, seguridad en la ciudad, transporte público nocturno, etc). Pulsaciones 2021 dió prioridad a dos de las ocho temáticas que arrojó el proyecto en 2020: Consumo de la música y Procesos asociativos. 

Procesos asociativos

En Bogotá, el sector musical es amplio y atomizado. Por comparación con otros sectores como el editorial, el de la música es más volátil e informal, lo que dificulta la definición de conductos y la formación de asociaciones. Pero en la pandemia, ante la necesidad económica, los músicos buscaron asociarse para superar sus carencias. Si bien había procesos que venían desde antes, en esta coyuntura se aceleraron y surgió la necesidad de comunicar a las estancias públicas qué estaba sucediendo en el sector. La coyuntura de la pandemia hizo evidente la necesidad de la asociación. 

Estos procesos asociativos son importantes para el Idartes porque le permiten recoger de manera más organizada cuáles son las necesidades que aún no se han identificado y qué decisiones se pueden tomar al respecto. Desde hace varios años, la Gerencia de Música ha diseñado proyectos y programas para abrir espacios de discusión y generar procesos asociativos. Aunque la respuesta no siempre ha sido la esperada, hay segmentos del sector que han logrado establecer estos procesos, como algunos sellos discográficos u organizadores de espectáculos. Pero los músicos siguen en alto nivel de dispersión. Se espera que en este período de reapertura, las iniciativas de asociación que produjo la pandemia se sostengan.

El consumo

En los encuentros se indicaron diversos aspectos que pueden incidir en un mejor consumo musical en la ciudad. Lo que se encontró es que, si bien la Gerencia de Música incentiva y apoya el desarrollo de propuestas creativas y propuestas de circulación, hay factores que no permiten que esa circulación sea efectiva y el consumidor saque un mejor provecho de la creación.

En relación con el consumo de música en vivo, se requiere diversificar la oferta musical a otros momentos y otros espacios. Es necesaria una descentralización o desconcentración de la oferta musical en Bogotá. La música se ha desarrollado en corredores que están bien definidos, como el oriental en torno a la Carrera Séptima que tiene que ver con Chapinero, Teusaquillo y La Candelaria. Se requiere ver qué posibilidades hay para que la escena de la música se pueda mover a otros sectores de la ciudad y se pueda generar un consumo y mejor aprovechamiento de la oferta musical, tanto en el sentido económico como en la forma en que dicha oferta incide para la transformación social. Esto se puede lograr al abarcar lugares donde la ciudadanía no tiene acceso a ofertas musicales, por contraste con sectores donde el desarrollo creativo ha sido más prolífero.

Precisamente, otro tema tratado fue la infraestructura para la oferta musical. Si bien Bogotá ha mejorado, sigue teniendo un déficit en distintas escalas. El Movistar Arena cubre un segmento y ofrece posibilidades que antes no se tenían; se tienen también teatros que además llevan consumos asociados. Pero se señaló que la infraestructura para entre 200 y 500 asistentes o entre los 1.000 y 1.500 no está resuelta en la ciudad y no se han generado nichos a una escala de consumo interno. La percepción de los agentes es que Bogotá ha resuelto bien los grandes formatos pero no tanto los medianos y pequeños. Es necesario tener claridad sobre espacios de menor envergadura que están ubicados en distintos puntos de la ciudad, lo que estaría relacionado con la descentralización que se quiere lograr. Se requiere hacer una revisión de esos escenarios que existen y evaluar qué posibilidades hay para su reacondicionamiento o en qué forma se pueden apoyar. 

Otras discusiones se orientaron en los contenidos. La Gerencia de Música fomenta la descentralización a través de diversos apoyos que pretenden llevar al público una oferta creativa independiente, emergente y de alto valor artístico. Pero muchas de estas ofertas no están en línea con los hábitos de escucha y consumo de los habitantes, lo que condiciona su gusto y relacionamiento con la oferta artística. La Gerencia tiene por tarea consolidar una oferta artística local de forma que resulte más atractiva. Es pertinente fortalecer esa relación con la ciudadanía para fomentar el crecimiento de consumo en diferentes vías y la formación de procesos ciudadanos favorables al desarrollo cultural. 

Hay allí un vínculo con otro de los puntos discutidos: la divulgación en los medios de comunicación. Dentro de varios factores se encuentra la necesidad de pensar nuevas estrategias de comunicación que respondan a la saturación digital actual. Allí también hay una observación por parte de los agentes convocados, en relación con el consumidor y la formación de públicos y ciudadanía que tiene que ver con la sensibilización y la apreciación de estilos y estéticas musicales renovadoras. Una ciudadanía capacitada para apreciar diversas músicas, con lo que se tendría una valoración más justa de la diversidad en la oferta musical de la ciudad. 

En conclusión, la Gerencia de Música del Idartes es responsable de continuar indagando por la naturaleza que tiene el sector musical en Bogotá. Está llamada a articular, a generar asociatividad y espacios de diálogo para saber qué se está necesitando y poder generar estrategias y acciones encaminadas a la mejora de la escena musical. Pulsaciones 2021 generó un manifiesto que será la hoja de ruta. Así que, desde el aporte de los agentes y sus necesidades, se definirán nuevas políticas y se desarrollarán las actuales para dar respuesta a las problemáticas encontradas y discutidas en Pulsaciones 2021. 

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