
Las DVG: el poder femenino bogotano que se abre paso en Vallenato al Parque
En una escena históricamente dominada por voces masculinas y acentos del Caribe, Daniela y Valentina Guerrero, de 19 y 22 años, más conocidas como Las DVG irrumpen con fuerza, talento y una visión clara: recuperar el legado femenino del vallenato y reinterpretarlo desde Bogotá, su ciudad natal. En la segunda edición de Vallenato al Parque, que se llevará a cabo el 2 y 3 de agosto en el Parque Simón Bolívar, estas hermanas no solo son las únicas representantes femeninas del talento distrital, sino también un símbolo del empoderamiento artístico en clave de acordeón, caja y guacharaca.
Desde niñas, Daniela y Valentina mostraron una conexión innata con la música. Su formación arrancó en casa, acompañadas de su padre en el proyecto ‘Combo Guerrero’ que les permitió participar en concursos televisivos, hasta convertirse en un proyecto consolidado: Las DVG. En más de una década de trayectoria ellas han transitado por géneros como el pop urbano, la música popular y el tropical, hasta aterrizar en el vallenato fusión, su apuesta actual.
"Nos encanta tener el poder femenino y estar en esta convocatoria. Somos las únicas mujeres, como tal, de agrupación. Eso nos hace sentir muy orgullosas de ser mujeres, de representarlas, porque las mujeres somos muy luchadoras, capaces y tenemos muchos talentos", asegura Daniela, con una mezcla de emoción y determinación.
Su inclusión en el cartel de Vallenato al Parque 2025, organizado por Idartes, no fue fruto del azar. El año pasado se presentaron a la convocatoria distrital sin éxito, pero la experiencia les dejó lecciones que hoy celebran como parte fundamental de su crecimiento artístico. “Nos caímos y nos levantamos. Eso fue muy bonito. Este año volvimos más fuertes y estamos muy contentas con el resultado”, cuenta Valentina.
Las DVG llegan al escenario del festival con una presentación robusta: siete canciones, una banda de ocho músicos, proyecciones visuales, un artista invitado especial y una puesta en escena cargada de fuerza y sentimiento.
Pero más allá de la música, Las DVG llevan consigo una bandera: la visibilidad de las mujeres en el vallenato. Ellas mismas evocan a referentes como Patricia Teherán, Las Diosas del Vallenato o Adriana Lucía, y buscan renovar ese camino desde la capital del país. “Aunque también somos rolas, nos ha ido muy bien. Queremos que Bogotá también tenga su voz en el vallenato, y que se escuche desde aquí al fin del mundo”, afirman.
Su presencia en el festival también es un mensaje para las nuevas generaciones de artistas: que el vallenato puede ser contemporáneo, femenino y diverso, sin perder su raíz. “Nos vemos en cinco años cantando en escenarios gigantes, llevando nuestra música a todo el mundo”, aseguran sin titubeos.
Con pasos firmes, talento genuino y una clara vocación artística, Las DVG no solo vienen a ponerle ritmo al parque, sino a demostrar que el vallenato también puede tener acento bogotano… y voz de mujer.