Hip Hop al Parque 2025: una celebración de sonidos, raíces y hermandad

Hip Hop al Parque 2025
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Hip Hop al Parque 2025: una celebración de sonidos, raíces y hermandad

Con la participación de 24 agrupaciones, el festival reunió a cerca de 75 mil asistentes que disfrutaron de los 4 elementos del hip hop.

El Parque Simón Bolívar volvió a latir al ritmo de rimas, beats, grafiti y baile con la edición número 28 del Festival Hip Hop al Parque 2025, que durante dos días reunió a cerca de 75 mil  asistentes, quienes disfrutaron de una programación que tuvo como protagonistas  a más de 180 artistas entre músicos, bailarines y artistas urbanos.

Con este evento, al igual que los demás Al Parque, la Administración Distrital garantiza el ejercicio de los derechos culturales de todos los grupos identitarios de la ciudad. 

Uno de los aspectos fundamentales para dicho propósito es la articulación  y la coordinación entre varias entidades de orden público, salud, gestión del riesgo y logística privada. En esta sinergia participan entidades como las secretarías de Salud, Gobierno y Movilidad,  la Policía y Bomberos. Así mismo, se hizo  una articulación con TransMilenio que realizó una operación que garantizó el transporte para el regreso  a casa de los asistentes. 

La vieja escuela y la nueva escuela en un solo festival

La jornada inaugural del sábado estuvo marcada por el talento distrital. Doggy Fresh, DJ Yamant, Spektra de la Rima, Alfa Gama, DJ German López y Aros García demostraron que la escena bogotana sigue viva y en constante renovación. Desde la crudeza lírica hasta la experimentación con nuevos sonidos, sus presentaciones fueron una clara muestra de la diversidad del hip hop en la capital.

El escenario también fue testigo de la potencia nacional con Granuja, uno de los MC más influyentes del rap colombiano, y el colectivo caleño H2O Hip Hop Organizado, que llegó en el marco del intercambio con el festival Sucursal Fest.

La cuota internacional prendió aún más la energía del público: Lord Kossity, leyenda del dancehall francés, impuso su estilo con sonidos caribeños; la venezolana Neblinna, referente femenina del rap latinoamericano, desplegó un concierto cargado de contundencia y fuerza lírica; y los neoyorquinos The Beatnuts recordaron por qué son clásicos del hip hop mundial. El cierre de la noche corrió por cuenta de Ana Tijoux, artista chilena considerada una de las voces más influyentes de la música latinoamericana, quien con su inconfundible estilo conectó con la multitud con la interpretación de temas como 1977, además realizó una colaboración con la cantante colombiana La Muchacha, con quién interpretó Sacar la voz.

Por su parte, el breakdance se tomó la tarima del festival a través de la Batalla Internacional Vía Alterna – BIVA, un espacio en el que el talento de cuatro artistas distritales y cuatro internacionales se encontró para celebrar la danza, la creatividad y el intercambio cultural.

En total participaron 40 bailarines, 35 de ellos hombres y 5 mujeres. Los ganadores de las batallas fueron la agrupación colombiana Young Kings.

El segundo día inició con la energía de los artistas distritales. Monfu YWC, DJ Hype Box, H-Ico el Señor del Funk, M.A.D. Fellaz, DJ Saizawer y Jamblock Jr. llenaron el escenario de beats, líricas sociales y fusiones que reflejan la evolución del hip hop bogotano.

La cuota nacional estuvo a cargo de El Nido, proyecto que explora nuevas narrativas del género, y DJ Destroy Arms, que con su set en vivo reafirmó la fuerza de los tornamesistas en la cultura.

El intercambio internacional se dio con la presencia del dúo brasileño Conexão Katrina, integrado por Nathy Poeta Desperta y Tia Crazy, representantes del Festival Rap In Cena de Brasil; el dúo barcelonés Las Ninyas del Corro, que por primera vez se presentó en Sudamérica; y Coast Contra, agrupación estadounidense que ha logrado conquistar audiencias globales con su lírica consciente y explosiva puesta en escena. El festival cerró con broche de oro de la mano de El B., uno de los MC más representativos del rap latinoamericano, quien desató la euforia del público con una presentación cargada de potencia y mensaje.

Las mujeres en el centro del escenario

Una de las grandes apuestas de esta edición fue la visibilización del papel de las mujeres en la cultura hip hop. La bogotana Spektra de la Rima reafirmó su lugar en la escena local; Neblinna llevó el poder del rap venezolano; Conexão Katrina trajo voces combativas y poéticas desde Brasil y Venezuela; Ana Tijoux brilló como figura internacional de la música latinoamericana; y Las Ninyas del Corro hicieron historia con su primera presentación en Sudamérica. En la danza, el grupo femenino Mafia Crew mostró la fuerza del breaking desde la perspectiva de las b-girls. Todas ellas ratificaron que la presencia femenina es hoy motor fundamental en la transformación del hip hop.

Experiencias en el festival

Venta de diversos productos en la Zona de Arte y Emprendimientos, acciones de reciclaje colaborativo, más de 2.000 ejemplares gratuitos de Libro al Viento y las intervenciones artísticas urbanas de pequeño y micro formato fueron algunas de las actividades que se realizaron en el Festival Hip Hop al Parque 2025, en el que el público disfrutó de todos los elementos de la cultura hip hop. 

En ese sentido, se realizaron intervenciones artísticas urbanas de pequeño y micro formato, con el objetivo de fortalecer una práctica responsable del grafiti en la capital. Estas propuestas fueron seleccionadas a través de la Beca Museo Abierto de Bogotá, en el marco del Programa Distrital de Estímulos.

En la categoría de pequeño formato, cuatro agrupaciones desarrollaron sus intervenciones sobre tarimas especialmente acondicionadas, con áreas aproximadas de 6 metros de alto por 8 de ancho. En la categoría de micro formato, 40 artistas intervinieron las superficies preparadas de los paraderos de transporte público ubicados alrededor del Parque Metropolitano Simón Bolívar. Estas creaciones serán trasladadas e instaladas en los espacios de exhibición de Vive Claro Distrito Cultural, donde permanecerán abiertas al público hasta finales de septiembre. Esta exhibición se da gracias a una alianza entre Idartes y Vive Claro que busca impulsar el arte urbano, el grafiti y el muralismo en la ciudad.

Entre tanto, Libro al Viento entregó en el festival más de 2.000 ejemplares de forma gratuita. También se llevaron a cabo mediaciones literarias para que el poder de la palabra escrita y la fuerza del hip hop se encontraran en el Parque Simón Bolívar.

Por su parte, la Zona de Arte y Emprendimiento, que contó con 30 emprendedores, obtuvo ganancias por más de $80.000.000. De igual manera, la Zona de Comidas ofreció una variada y asequible oferta gastronómica, que incluyó opciones vegetarianas y combos. Allí se registraron ventas por más de  $70 millones.

Impacto del evento

En el marco de Hip Hop al Parque 2025, el Observatorio de Gestión del Conocimiento en Cultura presentó un balance sobre la experiencia de los asistentes y el impacto del festival en la ciudad. 

La percepción general del público fue altamente positiva: el 97,9 % aseguró que volvería a participar en futuras ediciones y el 100 % lo recomendaría a otras personas, un indicador claro de la relevancia y apropiación del festival entre la ciudadanía.

En cuanto a la calidad organizativa, artística y técnica, la evaluación fue mayoritariamente favorable. Uno de los aspectos mejor valorados fue la promoción y divulgación, que recibió un 60 % de calificaciones de “excelente”, lo que evidencia la efectividad de las estrategias de comunicación implementadas.

El impacto económico también se hizo evidente. Con base en los gastos proyectados por los asistentes, en alimentación, compras, transporte, vestuario y otros rubros,  se estima que en los dos días de festival circularon cerca de 3.200 millones de pesos en la economía local.

El componente turístico reflejó la capacidad del festival para atraer visitantes de otras regiones y del extranjero: el 6,9 % de los asistentes provenía de fuera de Bogotá. De ellos, el 75 % viajó específicamente para asistir al evento, y además aprovecharon su estadía para disfrutar de la oferta gastronómica de la ciudad (17 %), realizar actividades en la naturaleza (17 %), participar en recorridos urbanos (17 %) y explorar la vida nocturna (11 %).

Este panorama confirma a Hip Hop al Parque como un escenario cultural de gran impacto para Bogotá, no solo por su calidad artística, sino también por su capacidad de generar dinámicas sociales, económicas, turísticas y ambientales que fortalecen la vida cultural de la ciudad.

Así mismo, con su edición número 28, el evento demostró cómo el hip hop une, crea y afianza lazos de hermandad, dejando las diferencias de lado y consolidándose como un vehículo de transformación social y cultural. Para los artistas es una plataforma, para la ciudadanía, una fiesta de identidad y para la cultura, un recordatorio de que el hip hop en Bogotá sigue creciendo generación tras generación.