La prueba de la existencia de Dios

Los amantes del teatro y aquellos que se hacen preguntas filosóficas sobre la existencia de Dios tienen una cita ineludible el próximo 3 de junio en el Teatro El Ensueño de Ciudad Bolívar. El reconocido artista colombiano Primo Rojas cautivará al público con su monólogo titulado La prueba de la existencia de Dios, en el que a través del sarcasmo y el humor, un hombre, en escena, dice tener la prueba infalible de la existencia de Dios.

Primo Rojas, reconocido por su trayectoria en el mundo de las artes escénicas y por su talento para transmitir emociones y reflexiones profundas a través de sus actuaciones, ha creado un espectáculo único que desafía las convicciones y plantea cuestionamientos trascendentales por medio de un personaje popular, astuto, recursivo y en cierto sentido bribón, quien cuenta una historia retorcida, forzada, traída de los pelos, en la que logra probar la existencia de Dios. 

La prueba de la existencia de Dios, en la tradición religiosa ortodoxa, ha sido una misión que corresponde al campo de la teología académica. Pero, ¿qué ocurriría si alguien tuviera la osadía de probar la existencia de Dios en términos y con los recursos de una teología popular colombiana? Esa osadía, que necesariamente ha de resultar divertida, es lo que propone la pieza escénica.

La corrección política no es lo de Primo Rojas, por lo que las historias personales y populares siguen siendo el principal insumo de su trabajo, utilizando como único recurso su cuerpo y todos sus atributos, que resalta a partir de atuendos únicos, maquillaje y expresiones exageradas.  Pasa de la delicadeza a la vulgaridad en un renglón; del tono femenino al más callejero.

“Esta es una pieza escénica imperdible, que se vale de los símbolos de la cultura popular de nuestro país para hacer unas reflexiones sesudas sobre la existencia de Dios. Los invitamos a que vayan a nuestro Teatro El Ensueño y no se pierdan de una velada llena de emoción, reflexión y muchas risas”, comentó Mauricio Galeano, Director del Idartes.