Walter Silva
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Entre cantos recios y sonidos contemporáneos, Bogotá celebró la cuarta edición de Joropo al Parque

Con 155 músicos en escena y más de 38 mil asistentes, el festival reafirmó una vez más a Bogotá como la casa grande del joropo.

Ocho agrupaciones distritales, siete nacionales y por primera vez dos grupos internacionales conformaron la oferta musical que presentó la cuarta edición de Joropo al Parque, que con 155 músicos en escena, durante los dos días, confirmó que este festival es un escenario de circulación, formación y encuentro. 

De acuerdo con María Claudia Parias, directora del Instituto Distrital de las Artes - Idartes “el festival se consolida como una apuesta institucional por la memoria cultural y la construcción de identidad desde la música, demostrando una vez más, que los Festivales al Parque son una política cultural que enriquece la vida de todas las personas en la ciudad”. 

A lo largo del sábado y domingo, más de 38 mil asistentes se dieron cita para bailar y cantar en este festival que se desarrolló bajo el concepto curatorial ¿Para dónde va el joropo? Tradición y nuevos rumbos, por ello el evento planteó un recorrido sonoro por diversos lenguajes y estilos del joropo, desde sus raíces más profundas hasta las fusiones e innovaciones que lo proyectan hacia el futuro.

Así, la programación destacó la importancia de los estilos tradicionales al tiempo que abrió espacio a propuestas vanguardistas que enriquecen el panorama del género lo que quedó en evidencia con las presentaciones de los artistas bogotanos. 

Se destaca, por ejemplo, el concierto de Anita Carranza y Tierra Nueva, con una puesta en escena que integró música y danza; Herencias, que conectó tradición con propuestas escénicas contemporáneas; Gustavo Rozo, quien con su agrupación ofreció un repertorio que demostró su gran dominio instrumenta y Astrid Carolina, que evidenció el porqué es una de las grandes promesas del joropo en Bogotá.

También se destacaron los proyectos Nuevo Joropo, Laura Ramos, Vanguardia Llanera y Julián Coronado, todos ejemplos del vigor con el que el joropo crece y se reinventa en la capital, con propuestas nacidas en escuelas de formación, espacios culturales y procesos comunitarios.

En cuanto a los demás grupos, uno de los momentos más emotivos del festival se dio el sábado con la presentación de C4 Trío, considerado  una de las propuestas musicales más innovadoras y originales de la movida musical venezolana, que presentó una propuesta musical que fusionó varios géneros con el joropo.

Los cantos recios se escucharon con Carlos Rico, quien llegó desde Casanare con la tradición oral de su tierra. La jornada del primer día de Joropo al Parque la cerró Jhon Onofre, artista de Meta, quien cautivó al público con su dominio del escenario y con la interpretación de varios de sus éxitos como Te hubieras ido antes, El amor de su vida y Que se la lleve el olvido y su gran éxito Debajo del sombrero.

Por su parte, el domingo se destacó la presentación de Edmar Castañeda, el arpista colombiano radicado en Estados Unidos, quien desarrolló un estilo sonoro que llevó al joropo hacia territorios jazzísticos sin perder su esencia llanera. A su vez, ‘El Yopo’, con una propuesta fresca y cercana a las nuevas generaciones, demostró que el joropo puede dialogar con otros lenguajes y seguir siendo profundamente llanero.

El festival también fue vitrina para las voces femeninas del llano. La araucana Laura Gaitán emocionó con una interpretación enérgica que puso a bailar al público, y desde Meta, Yuri Castañeda, mosteó porque es una de las mejores voces del Llano colombiano.

La cuarta edición de Joropo al Parque cerró con el casanareño Walter Silva, uno de los grandes embajadores del joropo, quien hizo una presentación emotiva con temas que transitaron por lo romántico, la sabiduría popular, el humor y el sentimiento campesino.

Con esta edición, el Festival Joropo al Parque reafirma su vocación de diálogo entre generaciones y territorios, con una programación que invita a vivir el joropo desde la diversidad, la emoción y el arraigo.