
Obra de Teatro: Christian Carrillo interpreta: Gallinazo Departamental
En medio del timbal, el son y la salsa, en una ciudad caliente que no duerme porque siempre tiembla, se alza una realidad que pulsa entre el sabor y el miedo. Cali, olvidada por muchos y condenada a ser de nadie y de todos, vive entre cuerpos que caen, historias que sangran, miradas que imploran y una muerte que se ha vuelto rutina.
En la morgue abandonada del Hospital Departamental del Valle del Cauca, Freddy Rodríguez —celador de turno y patólogo empírico por necesidad— recibe la visita de una estudiante de comunicación social que viene a entrevistarlo. Pero lo que parecía ser un intercambio anodino se transforma en un encuentro perturbador, en el que la violencia estructural, los feminicidios silenciados, el abandono estatal y el deseo más oscuro se entrelazan bajo una luz mortecina.
Con una dosis letal de humor negro, Freddy revela las historias de quienes llegan allí sin nombre, sin justicia, sin despedida. A través de su voz se dibuja un país en el que la muerte ha dejado de ser tragedia para convertirse en paisaje, en rutina, en parte del sistema.
Gallinazo Departamental llega a la Sala Gaitán, de Idartes, como un monólogo inmersivo en el que el público ocupa el lugar de la entrevistadora, siendo testigo directo de una confesión cruda, sarcástica, peligrosa. Un espejo incómodo donde lo cotidiano se vuelve monstruoso y se pregunta: ¿Cuál es el costo de normalizar la muerte en un entorno de violencia y desigualdad, gracias al cual los cuerpos se deshumanizan y se convierten en meras manifestaciones de la tragedia cotidiana?