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Tramas para ecosistemas fraccionados

Esta es la propuesta de José Sebastián Sandoval, ganador de la Residencia Plataforma Bogotá – Medialab Matadero 2022.
Imagen de Sebastián Sandoval Quimbayo
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Se estima que, tan solo en la ciudad de Nueva York en Estados Unidos, alrededor de 200.000 pájaros mueren al año por colisionar contra edificios, en especial aquellos con grandes ventanales. 

Este es el caso de la gran mayoría de las ciudades hoy en día. Las tendencias y desarrollos arquitectónicos actuales, se han inclinado por tener rascacielos o edificios cuyas fachadas están compuestas de cristal, aproximadamente en un 60%, impactando a una gran cantidad de aves que vuelan en las urbes. Las fachadas de cristal reflejan paisajes, muchas veces prolongando el horizonte y, por lo tanto, engañando la vista de esta especie, causando un choque inminente contra el edificio. Este es apenas uno de los efectos del antropoceno, del amplio impacto de lo humano sobre los ecosistemas terrestres.

Sebastián Sandoval Quimbayo
                                                                                                          Sebastián Sandoval Quimbayo


Tramas para ecosistemas fraccionados, propuesta de Sebastián Sandoval Quimbayo, tomará como base el túnel de vuelo, un protocolo científico de elección binominal para hablar sobre el impacto del antropoceno sobre las aves. 

Sandoval, artista plástico y visual, maestro en arte sonoro y especialista en sonología es el ganador de la Residencia Plataforma Bogotá - Medialab Matadero 2022, por lo que estará viajando a Madrid, España en octubre de este año para desarrollar su proyecto en las instalaciones de Medialab Matadero

Plataforma Bogotá habló con Sebastián Sandoval sobre sus intereses, trayectoria y su propuesta Tramas para ecosistemas fraccionados.

¿Cuál ha sido su trayectoria como artista? 

Soy artista plástico y visual egresado de la Facultad de Artes ASAB de la Universidad Distrital. Posteriormente, cursé un máster en arte sonoro en la Universidad de Barcelona y, por último, desarrollé estudios en sonología en el Conservatorio Real de La Haya. 

¿De dónde surge su interés por lo sonoro?

Siempre me he interesado por el sonido y la escucha, razón por la cual estudié sonología. Por lo general, mi educación ha estado más enfocada hacia la academia y las prácticas tradicionales, pero últimamente me he interesado por abordar otro tipo de medios, como lo son el sonido y la instalación sonora. Entonces, realicé mi máster y estudios en sonología con el propósito de entender cómo llevar las prácticas de mis intereses conceptuales hacia el sonido y la expresión sonora. 

¿Qué proyectos ha desarrollado en relación a la exploración sonora?

Quisiera mencionar que trabajo con sonido, pero no es un resultado determinante dentro de mi práctica artística. También desarrollo videos, esculturas y mecanismos que pueden o no producir sonido. Sin embargo, uno de los más recientes es Sístole, una composición sonora para un sistema Wave Field Synthesis, o WFS, de 192 altavoces. Desarrollé una composición sonora a partir de Infierno musical, panel derecho del Jardín de las delicias de El Bosco. Lo que hice fue una reinterpretación sonora de esa pintura, que tiene que ver con los intereses conceptuales que actualmente estoy abordando, que se basan en la idea del antropoceno. 

Otras veces he desarrollado esculturas u otras piezas instalativas, como Polifonía de una ola, compuesta por tres máquinas que reproducen el sonido de las olas a partir del movimiento. En otras palabras, he ido buscando diferentes herramientas teóricas, conceptuales y materiales que me lleven a expresar mis intereses con lo sonoro. 

 

Polifonía de una ola – Obra de José Sebastián Sandoval

¿Cómo llegó a estudiar y abordar el antropoceno desde su práctica?

El interés surge a partir del paisaje sonoro natural, sobre cómo el humano interfiere directamente sobre las biofonías y ecosistemas naturales, y cómo hoy en día es más complicado darse cuenta de los cambios que sufre el paisaje sonoro. 

De ahí parte un interés por comenzar a abordar qué cosas están pasando con el paisaje sonoro, con las fuentes y con los sonidos. Ahí comienzo a investigar diferentes teóricos como Thom Van Doren, filósofo ecológico y etnógrafo holandés que hace una investigación sobre los pájaros que están al límite de la extinción. Van Doren analiza y reflexiona sobre la necesidad de dejar espacio aéreo libre para estas especies. 

También me encuentro con el texto de Donna Haraway, quien continúa abordando este problema y aborda la simpoiesis, un concepto que ha marcado todo mi proceso. Este término, expresado por Haraway, es el hacer-producir juntos, el trabajar colectivamente y de generar una relación entre diferentes especies, o como ella lo llama, multiespecies. 

Hubo una serie de elementos que me impulsaron a abordar lo que sucede con el paisaje sonoro y que me hicieron encontrarme con una investigación de ornitólogos austriacos que se llama El túnel de vuelo, de ahí va a partir todo el proyecto. 

¿De ahí surge Tramas para ecosistemas fraccionados? ¿Cómo fue el desarrollo de esta propuesta?

La propuesta que planteo se basa en la investigación de El túnel de vuelo, un tema que ya he abordado anteriormente en instalaciones audiovisuales como Horizontes refractados, que en cierta manera habla acerca de esta misma temática, de las colisiones de las aves. Particularmente, para la residencia planteé un ejercicio enfocado en la creación colectiva, a partir del desarrollo de una propuesta audiovisual colaborativa. 

A partir de determinadas acciones o actividades, propongo el desarrollo de una pieza audiovisual, de una serie de materiales o tramas para que las personas, de manera colectiva, puedan intervenir sus ventanas. Realizaremos un laboratorio relámpago en Medialab Matadero, donde la idea es que, a partir de diferentes campos de estudio como el diseño, la arquitectura, el urbanismo, entre otros, desarrollemos un manual de tramas que permita la intervención de distintos ventanales a bajo costo. 

Además, abriremos una convocatoria para crear un banco de imágenes de paisajes reflejados en ventanas y superficies de cristal. La idea es que, junto a una posible colaboración de la Sociedad Española de Ornitología, podamos cartografiar las edificaciones que generan un impacto en las aves en la ciudad. 

Este será el primer ejercicio y cómo surgió el proyecto Tramas para ecosistemas fraccionados, de la recopilación de imágenes de un público general. De cierta manera, este ejercicio permite darle o ofrecerles herramientas a las personas para identificar estos escenarios antropogénicos y ayudar a mitigarlos. Es un ejercicio que me parece importante. 

¿Cuál es el objetivo de la intervención de los ventanales? ¿Busca evitar que se asocie a un paisaje natural?

La investigación de El Túnel del vuelo es un protocolo científico de elección binominal.  Es una estructura alargada, como un contenedor, en donde las aves pueden volar hacia una ventana eligiendo algunas líneas, o tramas, y otra elección en donde no llegarán a ninguna. 

Esto ayuda a los ornitólogos a identificar qué tipo de tramas o de imágenes identifican las aves. De ahí parte esa idea de la intervención de ventanales. Existe este conocimiento desarrollado por los ornitólogos, pero está quieto, por así decirlo, entonces el objetivo de llevar a cabo este laboratorio es darle esas herramientas a las personas interesadas en intervenir una ventana que genere reflejo de un árbol, de un paisaje o el cielo. Es decir, la idea es que tengan las herramientas necesarias y sepan, por ejemplo, qué materiales son fáciles de utilizar, y de cierta manera aportar a estos efectos de las arquitecturas. 

Imagen de Sebastián Sandoval Quimbayo

¿Cuál es la relación que planteas entre Bogotá y Madrid?

La intención de abordar los dos espacios con esta convocatoria, que se llama Especies en tiempo de urgencia, donación de imágenes, es crear un lazo a partir de una situación global, que es la transformación de los ecosistemas naturales y del paisaje sonoro. Entonces, la idea es ver cómo, a partir de una donación de imágenes en dos escenarios distintos, en este caso Bogotá y Madrid, se pueden construir y mapear un lugar para crear y promover estrategias que mitiguen estos problemas. 

Por otra parte, me interesa no abordar los mismos ejercicios en ambos lugares a modo de réplica, sino intentar rescatar las cosas que puede ofrecer un lugar y las que puede aportar otro desde distintos puntos de vista. 

La convocatoria Especies en tiempos de urgencia – donación de imágenes del proyecto de Sandoval Quimbayo estará abierta para que personas de la ciudad de Bogotá y Madrid donen un paisaje reflejado.

El material podrá ser enviado al correo tramasparaecosistemas@gmail.com o al WhatsApp +34 635814684, acompañadas con el nombre del autor, lugar o barrio, dirección y tipo de arquitectura –casa, edificio, fábrica, etcétera. También pueden enviarse a través del siguiente formulario.

Medialab Matadero es una plataforma para la investigación, creación y producción experimental, cuya metodología, así como la de Plataforma Bogotá, plantea la construcción del conocimiento de manera colectiva, mediante distintas perspectivas y áreas de estudio, como lo son  la arquitectura, el diseño, el urbanismo, la ciencia o el arte. 

Para este año, la temática de la Residencia Plataforma Bogotá – Medialab Matadero tuvo como foco principal el concepto de ciudad. Es una invitación a que las personas reflexionen sobre cómo las ciudades pueden considerar, desde distintas nociones, la relación entre lo artificial, entendido como lo construido por el hombre, con lo natural.

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