Música e Ilustración: el nuevo tema de Diálogos de Backstage

Salió del colegio en 2004 y no tenía idea de qué iba a estudiar. De lo que sí estaba seguro es de que tendría que ver con las artes o las humanidades. La decisión estuvo difícil, pues en aquel momento le coqueteaba la idea de dedicarse a una de sus más grandes pasiones: la música. Tocaba la batería, pero no estaba seguro de tener el talento suficiente para vivir de ello. Así las cosas, decidió tomarse seis meses para meditarlo mejor.

Durante ese tiempo, se dedicó a tocar la batería que sus papás le regalaron por motivo de su grado y decidió inscribirse en un curso de programas de diseño, como quien no quiere mucho la cosa, a ver qué pasaba. Después de algunos días de conocer y aprender sobre programas como Photoshop, Illustrator, Flash y Freehand se dio cuenta de que se sentía muy cómodo con el tema, así que empezó a 'cacharrearle' por su cuenta.

Pero nunca dejó de lado la música. Mientras aprendía sobre todo lo que tenía que ver con lo técnico, inventaba logos de bandas ficticias, hacia pósters de festivales y en general producía piezas que tuvieran algo que ver con la música y la batería, su instrumento de percusión favorito. Esa fue su manera de articular lo que siempre quiso ser: músico, con la carrera que cada vez más le interesaba explorar.

Su hermana, artista de Bellas Artes, le estaba dando clases de dibujo y uno de esos días lo invitó a que conociera al cartelista francés Alain Le Quernec, quien tenía una exposición en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Para él, ese momento fue revelador, ya que viendo esos carteles se dio cuenta del alcance que podía llegar a tener el diseño y la relación que podía establecer con la música. 

Finalmente decidió estudiar diseño en LaSalle College, en Bogotá, de donde se graduó en 2006 con un estilo y un concepto que comenzaban a tomar forma. Al entrar al mundo laboral, como le sucede a buena parte de los recién egresados, tuvo que trabajar con agencias publicitarias por varios años. Allí se dedicó principalmente al diseño web y a la dirección de arte, al tiempo que hacía trabajos para amigos, logos y portadas para bandas musicales. 

Luego de siete años trabajando de esa manera, decidió irse a vivir a Nueva York y ser ilustrador y diseñador freelance, pues ya comenzaba a tener varios clientes que reconocían y recomendaban su trabajo. Uno de ellos fue la reconocida banda bogotana Diamante Eléctrico, a quienes les diseñó por recomendación de un amigo el logo del álbum ‘B’ (2015), que posteriormente se convertiría en el logo oficial de la banda. 

Durante su tiempo radicado en Brooklyn, Nueva York, ha trabajado en proyectos para The Wall Street Journal, Harper Collins, Converse, Google, Nike y WeWork. Así mismo, ha tenido la oportunidad de diseñar carteles, logos, pósters de festivales y portadas de álbumes para bandas como St. Vincent, Burning Caravan, Combo Chimbita, Salt Cathedral, Ela Minus, Crumb, Sun Arkestra, Alesso, Public Practice, entre otros, y ha sido baterista de algunas bandas como Fruit and Flowers,  con quienes incluso hizo una gira por Inglaterra en 2018. 

Actualmente hace trabajos colaborativos con bandas nacionales e internacionales, con las que sigue explorando nuevos estilos y conceptos. Muchos de ellos son amigos y personajes de la escena musical colombiana y neoyorquina. De esa manera, logra seguir articulando la música y el diseño, que según él comparten características como el tono, la armonía, el balance y el ritmo. 

Esta es solo una parte de la historia de José Berrío, diseñador e ilustrador bogotano radicado en Nueva York, quien estará liderando la segunda entrega de Diálogos de Backstage con la charla virtual Diseño e Ilustración para música, que estará disponible el próximo 16 de abril a las 4:00 p.m. en todas las redes sociales del Teatro Jorge Eliécer Gaitán y en la plataforma #IdartesSeMudaATuCasa.

Las temáticas de la actividad girarán en torno a la correlación que existe entre el diseño y la música, el diseño de álbumes portadas y logos, y, dice Berrío, a la reflexión de ‘cómo la música me hizo un mejor diseñador; y cómo el diseño me hizo un mejor músico’. 

Por Sebastian Hernandez.

Foto de Sandra Jimenez.