Vica Pacheco: cerámica, sonido y audiovisual inmersivo en el Planetario de Bogotá
Vica Pacheco: cerámica, sonido y audiovisual inmersivo en el Planetario de Bogotá
En el marco del festival RealMix 0.5, organizado por la Línea de Arte, Ciencia y Tecnología de Idartes, la artista mexicana Vica Pacheco llega por primera vez a Bogotá con dos propuestas que exploran la materia sonora y sus resonancias. El 21 de noviembre presentará Ita y Animacia o el manifiesto del aliento en el domo del Planetario de Bogotá, una performance en la que el sonido, la imagen y la escultura se entrelazan para revelar el pulso invisible que habita en los cuerpos y los objetos. Al día siguiente, el 22 de noviembre, dirigirá el taller Prótesis – Comunicaciones interespecie y creación de instrumentos de cerámica, un espacio de experimentación que propone la construcción de flautas y resonadores de barro entendidos como ‘prótesis’ que amplían el cuerpo a través del sonido.
Originaria de Oaxaca y actualmente radicada en Bruselas, Vica Pacheco ha desarrollado una práctica artística que cruza la cerámica, la animación, la instalación y la composición sonora. Su trabajo emerge de una búsqueda por construir sus propios medios para hacer y escuchar música: instrumentos híbridos, tecnologías arcaicas y contemporáneas, animaciones que se activan con el sonido y esculturas que construyen una mitología propia, un universo que se habita a través del aliento. En su obra, la naturaleza es una constante que se resignifica y que propone nuevas formas de entender. Algunas de sus obras abordan la culinaria como un medio de transmisión de saberes, la botánica como exploración morfológica de la vibración y las tecnologías prehispánicas como catalizador creativo.
Pacheco concibe el sonido como un aliento que atraviesa la materia —una fuerza que da vida, comunica y conecta. Esa misma pulsación recorre tanto su práctica artística como su experiencia biográfica, marcada por el diálogo entre el sur de México, la tradición oral y las experimentaciones tecnológicas y performáticas que desarrolla por medio de su faceta musical.
Idartes: Su trabajo con la cerámica parece ser una constante en su proyecto artístico. Lo encontramos en obras como Calyx Imaginalis y Mitote y Ollin ¿Cómo empezó su vínculo con el barro y qué papel ocupa en tu proceso creativo?
Vica Pacheco: Claro, es muy curioso. Mucha gente piensa que soy ceramista, pero no. Al contrario, yo respeto muchísimo el trabajo que hacen los ceramistas y alfareros, ya que es un trabajo de una conexión muy profunda con la materia y con todos los elementos. Sin embargo, yo vengo del sur de México y aquí el barro es algo muy cotidiano, por lo que mi acercamiento a este material ocurrió desde muy chica. Siempre me sentí familiarizada con el barro. Me gusta mucho por su nobleza. También está la génesis a la que está conectada. El barro es algo bíblico: la vida sale del barro, nosotros salimos del barro. Además de lo simbólico, es un material resonante, completamente moldeable que conecta con nosotros. Yo lo uso cada vez que tengo una idea. Lo respeto tanto que lo aplico siempre que voy a empezar un nuevo proyecto. Reflexiono antes de hacer la pieza con prototipos, y luego arranca el proceso largo previo a llegar al objeto de la cerámica.
Idartes: Muchas de sus obras tienen como centro la construcción y uso de instrumentos que resuenan y que se consideran prehispánicos ¿Cómo surgió ese interés?
Vica Pacheco: Yo empecé a hacer estos instrumentos hace como unos ocho años, cuando seguía siendo estudiante. Cuando uno emigra viene como una especie de nostalgia que se le impregna a uno muy fuerte. Entonces, empecé a curiosear. En ese momento, yo ya hacía música experimental. Tenía tiempo investigando en torno a materiales, amplificación, field recording. Grababa muchas cosas y justo en medio de ese proceso de exploración caí en ese interés por los instrumentos prehispánicos. Un interés que corresponde además a todo lo que es y significa América. Esta idea de musicalidad me resonó mucho en especial porque me di cuenta de que había una cantidad impresionante de instrumentos sonoros en nuestros museos hermanos, y eso me fascinó. Empecé a investigar, a platicar con gente que conocía sobre el tema; y de las cosas que fui recolectando apareció la explicación arqueológica de la comunicación interespecie, que es algo que a mí me gusta mucho, porque nací en un ecosistema en el que la naturaleza es algo entendido de una manera muy abierta.
Idartes: Justamente la naturaleza es un factor importante en esa exploración de la materia.
Vica Pacheco: Hay un vínculo muy fuerte todavía aquí en el sur de México con los recursos naturales. La naturaleza tiene un estatus casi de persona, por esa razón cuando escuché la idea de la comunicación interespecie, dije: "Guau, qué lindo tener que fabricar instrumentos para poder comprender a la naturaleza, para poder comunicarse con ella”. Y si tú ves, todos esos aerófonos, flautas, instrumentos diferentes, incluso percusivos, tenían ese propósito profundo. No era una cosa ni siquiera didáctica, ni mucho menos, sino algo más bien de entendimiento. Un entendimiento, justamente, que me fue llevando a la fabricación de estos instrumentos, pero también que me encaminó a la perspectiva de la escucha. Porque, claro, yo a la composición la entiendo como una cosa muy autodidacta, muy personal, que aparece de los sonidos que me rodean. Estos instrumentos yo los considero mis colaboradores. Están vivos, porque transforman mi aliento, participan con sus sonidos en la creación del concierto. Voy generando poco a poco un ecosistema con ellos y es un ecosistema en el que yo escribo una parte escrita a partir de sus sonidos, en el que utilizo también nuevas tecnologías, como los micrófonos y la computadora y vamos transmitiendo y transmutando sonido. Muy diferente a la práctica de la música electrónica, en el que tú le dictas a la máquina qué hacer y la máquina te da sus impulsos, sus señales, y sí, hay algo muy dialéctico, pero al mismo tiempo cada quien se queda en su espacio.
Idartes: Su trayectoria da muestras de una hibridación entre tecnologías antiguas y recientes ¿Cómo ocurre este diálogo y qué elementos destaca de él?
Vica Pacheco: Tengo la impresión de que muchos continúan pensando estos instrumentos como algo que pertenece al pasado y que se tiene que quedar en el pasado. Me he topado con ciertos comentarios del tipo: “Estás desacralizando… fueron creados para fines sagrados”; pero, bueno, a ver: ¿acaso la idea de lo sagrado no es algo que nos trajeron? Con toda esta investigación que llevo, rescato mucho la idea de fábula que tiene la antropología. Hubo una desgracia para muchos —digo para muchos pensando en los imperios mesoamericanos— que fue la conquista. Nos conquistaron, vinieron y nos rompieron todo. Entre esas cosas, nuestros instrumentos, nuestras reliquias, nuestros juguetes… Evidentemente una tragedia, pero también el inicio de lo que somos ahora. Dentro de esa situación trágica sucede que esas cosas destruidas quedan incógnitas. Nadie sabe para qué funcionaban o qué era lo que realmente hacían. Hay hipótesis fascinantes, de todo tipo. Hipótesis, cosa que me encanta, que van a ser ciertas hasta que se demuestre lo contrario. No, que estos eran rituales para la muerte y para el uso funerario… no, que estos eran juguetes, que se encontraron en tumbas de niños… no, que en Brasil eran para usos rituales, para beber la ayahuasca… y al final te das cuenta que lo que ocurre es que el espectro de posibilidades es muy amplio y yo digo: “Bueno, ¿y qué pasa si continuamos usándolos y continuamos inventando mundos a través de las voces que esta tecnología nos genera?". En mi experiencia, en los años que llevo haciendo esto, estos instrumentos generan cosas. Son instrumentos que mimetizan sonidos muy orgánicos que permiten recordar ecosistemas, que en las ciudades van desapareciendo, para integrarlos a tecnologías contemporáneas. Por así decirlo, una colaboración entre lo que pudo ser y lo que puede ser. Y ahí entra lo que te venía explicando: al final todo eso es una historia, una hipótesis, una fábula —me gusta verlo así— entre lo que se pudo haber perdido, pero que no se perdió del todo.

Idartes: En el marco de RealMix 0.5 presentará Ita y Animacia o el manifiesto del aliento, un concierto performático que se acompaña con una pieza de animación. ¿Cómo se articulan estas obras y qué ideas la inspiraron para unir el sonido y la imagen?
Vica Pacheco: Animacia o el manifiesto del aliento es el título que le doy al concierto que llevo haciendo desde hace varios años con las flautas. Es un concierto que va mitad escrito y mitad improvisado. Funciona como una colaboración con las flautas y se traduce en un paisaje inmersivo que no tiene una duración fija. Curiosamente, cuando me invitan a hacerlo en el domo, vi muy lógico proponer la presentación de dos piezas. Mi trabajo, como lo verán, no es muy lineal; sino más bien bastante tentacular. Todo puede venir y volver a conectarse sea por elementos que son muy parecidos o por dinámicas que son similares, o incluso por la propia inspiración. En este caso, es la inspiración en la naturaleza y en la fabulación de las criaturas lo que ata las dos piezas. Cuando vemos mis flautas recuerdan muchas cosas. O sea, puede recordar a una forma animal, órganos, partes corporales. Este otro tipo de criaturas que podrían ser parte de una mitología inventada que se inspira de la naturaleza; y es un poco lo mismo con la animación que presentaré en el domo.
Idartes: La animación es Ita…
Vica Pacheco: Así es, la animación que voy a presentar junto a Animacia es Ita, que significa ‘flor’ en una lengua de uno de los pueblos de Oaxaca. La obra la creé con el apoyo de un festival que quería que hiciera una pieza audiovisual. Es una animación que se inspira en los dibujos anatómicos de Ernst Haeckel, que era un botanista muy famoso. Él se clavó mucho con el dibujo macro, con venir a ver aquellas cosas que van un poquito más allá de lo que podemos ver. Esa idea siempre me gustó mucho. Encontrar inspiración en la biología, en nuestras amigas bacterias y en esos otros mundos con los que hacemos simbiosis, pero que a veces ignoramos. El otro artista que sirvió de inspiración fue Oskar Fischinger. Fischinger es un animador muy viejo. Él tuvo que irse en la primera guerra mundial de Alemania y empezó a trabajar con Disney. De hecho, no sé si topas Fantasía 2000, él fue quien la dibujó y animó. En los años 30, Fischinger empezó a hacer estas animaciones con música clásica que son muy bonitas. A mí me gustaba mucho verlas. Hace unos años decía: "¡Qué fascinante mezclar lo visual con la música de esa manera!" Hay mucho ritmo, es hipnotizante. Con Ita quería intentar hacer algo que mezclara estas dos inspiraciones. El observar y crear un mundo alrededor de esa naturaleza que no vemos en consonancia con una animación que va acompañada de música.
Idartes: Su trayectoria se ha desarrollado más que todo en Europa, en un tránsito constante entre culturas y modos de pensamiento. ¿Qué se crea y qué se transforma en esa distancia?
Vica Pacheco: Es una bonita pregunta: lo que se crea y lo que se transforma. Pues mira, se crea mucho conocimiento, porque eso es lo bonito de hacer cambio de culturas. Aprender y adquirir del otro. Adquirir aquellas cosas que no se hacen de la misma manera en la que tú lo haces, o no se ven desde el mismo punto de vista del que tú lo ves. Migrar siempre es un proceso. En Latinoamérica nos conocemos. Entre nosotros no hay tanto choque; incluso lo puede haber, pero cuando vas a un país del norte global, en el que la construcción es otra, te cuesta más adaptarte. Yo creo que ahorita estoy en esa fase un poquito más de darle la vuelta a la tortilla y decir: "Bueno, ahora que yo aprendo, déjenme también y les muestro cómo sucede allá, y cómo pueden ustedes también escuchar otras voces con mis proyectos”. Hablo más con mi trabajo como artista, y eso es lo lindo…. ¿Qué se transforma? Que también uno es semilla y uno lleva consigo sus semillas también allá. Mi interés también es vivir entre los dos mundos, no simplemente elegir uno, porque sería —creo yo— muy cómodo; y la comodidad no se nos da mucho a los mexicanos. Por mi parte, quiero que ellos se readapten a ciertas miradas que llevamos. Lo bonito de Bruselas es que es una ciudad cosmopolita. No es una ciudad que yo pueda decir que es un lugar cuadrado, al contrario: es polimorfo. Yo sé que mi voz cuenta.
*Ana Victoria, alias Vica Pacheco (Oaxaca, 1993), vive y trabaja en Bruselas. Estudió Arte en La Esmeralda (Ciudad de México) y se graduó en Villa Arson (Francia) en 2017. Su práctica es ecléctica y enérgica, atravesada por el mestizaje mitológico y el sincretismo, y se caracteriza por combinar elementos heterogéneos para crear performances sonoros e instalaciones. Aunque su obra está fuertemente ligada a la música y el arte sonoro, también explora medios como la cerámica y la animación 3D. Ha realizado presentaciones con sus propios instrumentos en numerosos festivales internacionales, galerías e instituciones como PEANA, presentado por Public Gallery en la edición 2024 de Condo en Londres; Sólida, en Oaxaca; el Festival Gaudeamus, en Utrecht; la Galerie Nordenhake, en Ciudad de México; Hacer Noche, en Oaxaca; y Amare, en La Haya. Asimismo, ha participado en residencias como iii (instruments inventors initiative), en La Haya, y EKWC, en Oisterwijk, ambas en los Países Bajos.
Ita y Animacia o el manifiesto del aliento se presentará el viernes 21 de noviembre a las 7:30 pm en el domo del Planetario de Bogotá. La entrada es libre hasta completar aforo.
El taller Prótesis – Comunicaciones interespecie y creación de instrumentos de cerámica se realizará el sábado 22 de noviembre en Plataforma Bogotá. No tiene costo y requiere de inscripción. Si desea inscribirse, lo puede hacer aquí.
